Los robots podrían estar llegando a un salón de clases cerca de usted. Israel está probando maestros robóticos en un proyecto innovador que tiene como objetivo descubrir si los androides algún día podrían convertirse en una parte inseparable de la educación de todos los niños.
La iniciativa innovadora, que combina la robótica y la tecnología de inteligencia artificial (IA), está siendo llevada a cabo por el departamento de investigación y desarrollo del Ministerio de Educación.
“Los robots han avanzado mucho recientemente en términos de su capacidad para comprender las cosas”, dijo el Dr. Chen Giladi, director del Laboratorio de Telerobótica en la Facultad de Ingeniería Sami Shamoon. “Estoy hablando principalmente de un algoritmo que les permite responder a todo tipo de situaciones y problemas complejos sin supervisión [humana]”.
Giladi ha estado trabajando durante varios años con el Ministerio de Educación para explorar cómo se pueden usar los robots en entornos educativos. El robot que ayudó a desarrollar se está probando actualmente como asistente de maestro en un aula de cuarto grado en una escuela primaria.
Al androide se le ha dado una forma humana rudimentaria. Puede proyectar información en el cuaderno de un estudiante que está sentado a su lado, leer lo escrito por el estudiante y brindar retroalimentación sobre su trabajo. Según Giladi, uno de los objetivos es hacer que la máquina sea lo más autónoma posible, de modo que pueda interactuar libremente con los humanos mediante señales visuales o el habla.
“La idea es darle al robot un diseño y capacidades similares a los humanos”, explicó. “Se puede usar en una variedad de escenarios, como planificar [clases] o ayudar a los maestros. Decidimos optar por un método de instrucción diferenciado”.
La instrucción diferenciada es un marco educativo que implica enseñar a los estudiantes material nuevo utilizando una variedad de métodos y estrategias. Por ejemplo, los maestros pueden proporcionar a los estudiantes materiales de lectura en diferentes niveles de legibilidad, presentar nuevas ideas a través de medios de audio o visuales, o adaptar las lecciones para satisfacer las necesidades e intereses individuales de los estudiantes.
Los maestros en aulas ocupadas a menudo no tienen tiempo para brindar a cada estudiante la atención y la ayuda que necesitan. Los robots pueden ayudar con esto al brindar retroalimentación a los estudiantes muy rápidamente durante la clase.
En esta etapa, sin embargo, los maestros no pueden ser reemplazados por autómatas.
“Los maestros tienen otras cualidades que no son fáciles de replicar: afecto, emociones, amor”, dijo Giladi. “Cuando los niños van a clase, no solo van allí para aprender como máquinas, necesitan calor humano y los maestros saben cómo brindarlo”.