Deuteronomio 6: Los judíos aman a Dios sobre todas las cosas.
La visión de la Torá sobre dar caridad, respetar la propiedad ajena y hacer negocios con honestidad.
Un extracto del libro Handbook of Jewish Thought (Manual del pensamiento judío), de Rav Aryeh Kaplan.
El amor que uno siente por Dios debe ser superior al amor que uno siente por las cosas materiales. Nos fue ordenado: “Ama a Hashem tu Dios… con todos tus medios” (Deuteronomio 6:5), lo que significa que debemos amar a Dios incluso si el costo de hacerlo es toda nuestra riqueza. Por lo tanto, hay ocasiones en las que la persona debe estar dispuesta a sacrificar todas sus posesiones por Dios, incluso si no se le exige que de su vida
Si uno vive un lugar en el cual es imposible respetar nuestra religión, entonces deberá mudarse a un lugar en donde sí sea posible, independientemente de cuál sea el costo
Uno debe sacrificar todas sus posesiones antes de violar de forma activa cualquier mandamiento negativo de la Torá…
Por lo tanto, uno nunca debiese hacer negocios en un lugar en el cual Shabat es el día principal de comercio, porque podría sucumbir a la tentación de obtener un beneficio extra en Shabat…
A pesar de que uno debe empobrecerse antes de pecar activamente, esto no es necesario cuando se trata de hacer acciones positivas. De los dos diezmos agrícolas aprendemos que Dios no quiere que usemos más de un quinto (20 por ciento) de nuestros medios con propósitos religiosos. Por lo tanto, no hace falta que uno gaste más de un quinto de su dinero para realizar un mandamiento positivo, incluso si jamás tendrá otra oportunidad de hacerlo. Por ejemplo, uno no necesita gastar más de esa cantidad para adquirir talit o tefilín, una sucá, un etrog o matzá para Pésaj
4 »¡Escucha, pueblo de Israel! Nuestro único Dios es el Dios de Israel. 5 Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales. 6 Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, 7 y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes. 8 Escríbelas en tiras de cuero y átalas a tu brazo, y cuélgalas en tu frente. 9 Escríbelas en la puerta de tu casa y en los portones de tu ciudad.